Veo como la gente se esfuerza por lograr cierto estilo de vida. Y escucho como la gente juzga a otros por no llevar un estilo de vida determinado.
Usar ropa natural en lugar de materiales sintéticos no conduce a la liberación.
Ir en bicicleta en lugar de conducir un coche no conduce a la liberación.
Ni ...
– comprar cepillos de dientes naturales
– encender palitos de incienso y velas
– cumplir estrictamente con reglas religiosas
– yoga o activación de la kundalini
– ni creer en un Gurú o un Avatar
llevan a la liberación.
Ni siquiera ...
– vivir sólo
– dejar el trabajo
– estar en contra del dinero y la sociedad
– odiar la evolución técnica
ayudan a encontrar la liberación.
No puedes pretender la liberación con
– no comer carne
– no beber café
– no beber alcohol
– o no tener sexo.
Sí, sí, ya lo sabemos, después de beber vino o demasiado café, no es posible meditar. El alcohol puede darte sueño o volverte demasiado hablador. Y comer carne con
regularidad es un problema para todo tu sistema.
Vivir de acuerdo con esta comprensión te liberas a ti mismo. La liberación está en tus propias manos.
Es tu propia mente que te mantiene en la esclavitud humana. Y es la misma mente que te lleva a la liberación.
Te identificas como mujer u hombre, como amante de los gatos, ecologista o buen pensador. Junto con tu identificación, vives un estilo de vida.
Al vivir un estilo de vida determinado, te estás otorgando un rol y luego vives de acuerdo con ese rol o esa identificación. ¡Este es un sistema de auto-alimentación!
Lo peor con eso: ¡La gente espera que vivas según tu propio rol!
¿Piensas en vivir una vida espiritual? ¿Quizás incluso como monje ermitaño o monja ermitaña?
¿Cómo ha de vivir una persona espiritual o un ermitaño? ¿Y qué se tiene que hacer o no?
¡La gente te dirá, incluso sin ser consultados, qué tienes que hacer y cómo tienes que vivir! Todos tienen sus propias expectativas sobre tu vida. Y se supone que debes vivir de acuerdo con sus ideas.
Personas que no tienen ni el conocimiento ni la experiencia no son consultores adecuados.
No hacemos caso a sus conceptos mentales no contrastados.
En el momento en que te identificas con tu rol, tienes tu propia imagen de ti mismo y de tu estilo de vida. Con eso tienes tu propio concepto mental de lo que se debe y no se debe hacer.
(O cualquier persona con orientación espiritual.)
* Cuando no sabes si hay que hacer cierta cosa o no, simplemente pregúntate: ¿Y qué pasa si no la hago?
Piensa de manera práctica. Cuando tenga sentido comer la sopa con cuchara, búscate una cuchara.
No te limites. No leas un libro a la luz de las velas. ¡Tenemos electricidad desde hace 100 años!
No renuncies innecesariamente. Cuando tengas gana de llevar ropa buena, póntela.
En un programa de televisión, una vez alguien me preguntó: “¿Para qué necesitas un teléfono móvil como monje ermitaño?”
Definitivamente tenía la imagen de un ermitaño como Nicolás de Flue que no tenía móvil ni electricidad – hace 500 años.
Mi respuesta simple fue: “Sin teléfono móvil, no estaría aquí (en el estudio de televisión).”